jueves, 16 de marzo de 2017

Descubrimiento y Conquista (1492-1560).-

Las grandes potencia europeas comenzaban en el siglo XV a visualizar la necesidad de encontrar una vía alternativa a La India y las islas de las especias (Malucas), una vía que fuera rápida y segura, pues la ruta de Marco Polo (del siglo XII) estaba en manos de los árabes y turcos que impedían el libre paso al hombre cristiano europeo. Portugal inició la travesía, enviando una expedición a bordear la costa africana para llegar al océano índico, y lograban llegar a Calicut con Vasco de Gamma. Por otra parte, España tenía otra preocupación, que era unificar el reino, y derrotar a los musulmanes que estaban ya para 1492 ubicados solo en Granada, el último bastión árabe. Los reyes católicos contrajeron matrimonio para poder unificar la Monarquía de Castilla y Aragón, luego se lanzaron en la reconquista de Granada, venciendo en 1492 a los moros, firmando las capitulaciones de Santa Fe. Luego, aceptaron ideas para iniciar los viajes de descubrimiento, siendo el primero, y único viaje español en ser financiado, el de Cristóbal Colón.

 Este navegante genovés tenía la convicción que viajando al occidente llegaría al oriente, pues ya se divulgaba que la Tierra era redonda y no cuadrada. Finalmente Colón logró llegar en octubre de aquel año a las costas de un nuevo continente al que denominó Indias Occidentales, mientras los portugueses recién pasaban el Cabo de Buena Esperanza hacia el océano Índico. Los viajes de Colón fueron seguidos por otros navegantes, de otras potencias europeas. Inglaterra contrató los servicios de Juan Caboto, quien desvió su ruta de la original ruta de Colón y llegó a la costa de la actual ciudad de Nueva York. Los portugueses enviaron a Pedro Álvarez de Cabral, quien el año 1500, estaba bordeando Senegal, y decidió virar a occidente, llegando a la costa brasileña. Esto ocasionó la dispersión cultural al momento de la conquista y colonización del continente americano. La conquista española no fue llevada a cabo el Estado o la Corona, como lo hizo Gran Bretaña, sino que esta autorizaba solamente, a los individuos ambiciosos y con fortuna para una empresa del tal magnitud, a iniciar sus travesías de conquista a nombre de la corona, retribuida solo con títulos nobiliarios.

DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA: Cristóbal Colón , navegante genovés, aseguraba que al ser redonda la Tierra, podía navegar al occidente y llegar al oriente; pero la esfericidad del planeta era algo, que si bien se discutía en algunos círculos intelectuales de Europa, no convencía a todos en esos años. Por eso fue tan difícil para Colón lograr apoyo a su causa. Pidió colaboración a Portugal, Holanda, España y Gran Bretaña. Pero solo recibió rechazos. Hasta que en 1492, España logrando vencer a los moros de Granada, decide iniciar como todos sus vecinos, los procesos de expansión a ultramar, y financian el viaje de Colón. 

Los reyes católicos, don Fernando I de Aragón e Isabel I de Castilla, compraron dos carabelas (la Niña y la Pinta) y una Nao (la Santa María), y así se dio a la mar aquel año. El día 12 de octubre de 1492 llega a la isla de Guanahaní en el archipiélago de las Bahamas, y la bautizó como San Salvador. Creyendo que eran las islas malucas tomó posesión en nombre de la corona hispana. En ese primer viaje llegó a Cuba y la isla que bautizó como La Española (Haití-República Dominicana), donde fundó la colonia de Isabella. Retornó a España con muestras de lo descubierto, y ya se comenzaba a discutir que fueran las islas de las especias o un nuevo continente. Sin embargo, Colón insistía en que había encontrado el viaje más corto hacia oriente; entonces la Corona financió tres viajes más, en los cuales Colón conoció Jamaica, Puerto Rico, Trinidad y Tobago, y la costa de Centroamérica, bordeando tierra firme. Colón regresó a España y falleció en Valladolid, en 1506, sin haber conocido jamás las indias asiáticas. Solo Américo Vespucio se daría cuenta de la realidad del nuevo continente, y un cartógrafo alemán las inscribió en uno de sus mapas con el nombre de Tierras de Américo, derivando de ahí su nombre actual, dejando la memoria de Colón, sólo en el país de Colombia, país que por lo demás, nunca conoció.

DESCUBRIMIENTO DE NUEVA INGLATERRA: Cuando Cristóbal Colón emprendió su tercer viaje a América, fue seguido por el marino italiano, al servicio de la corona británica, John Cabot , a bordo de la nave “Mathieu”; pero se desvío en línea recta tras pasar las islas Azores, por lo que llegó en 1497 a la isla de Terranova (Canadá), pero habiendo agotado sus provisiones debió regresar. Posteriormente van a llegar a la zona colonos franceses que fundarán colonias en la zona de los grandes lagos, como Samuel de Champlain, quien llegó a Nueva Francia en 1603, en la fundación de Stadacone (Québec), Ottawa y Hochelaga (Montreal).
 







En 1626 una expedición holandesa fundó Nueva Ámsterdam (actual Nueva York), y los españoles enviaron desde Cuba expediciones al territorio de Nueva Inglaterra, con Hernando de Soto en 1539 y Pánfilo de Narváez en 1527, fundando las colonias de Florida, Nuevo México, y se extendieron aún más al norte por la costa del Pacífico en California y Oregon. Sin embargo, a mediados del siglo XVII, por revueltas político-religiosas en Inglaterra, emigraron a la costa atlántica de Norteamérica, numerosos puritanos protestantes, que se radicaron en la Nueva Ámsterdam, y de ahí se extendieron por la zona aledaña, formando la gran colonia británica en América.

CONQUISTA DE NUEVA ESPAÑA: Cuba fue conquistada por España en 1511, y allí se estableció un foco colonizador. Hernán Cortés , fue enviado por el gobernador de la isla, don Diego de Velásquez, a una expedición al territorio de los mexicas. En la costa fundó la Villa Rica de la Veracruz, y en agosto de 1519 se dirigía al interior en busca de la capital del misterioso imperio azteca. Debió enfrentar a los Tlaxcaltecas, a los que derrotó fácilmente. Esto inquietó al emperador Moctezuma II.




















En noviembre de 1519 franqueaban el gran puente que unía el sur de Tenochtitlán y la orilla del Lago Texcoco. Días más tarde apresaban al propio Moctezuma, apoderándose de la capital azteca. En abril de 1520 debió someter a Pánfilo de Narváez, haciéndolo prisionero por ir a México y dar órdenes, sin ser el enviado de la corona. Cortés volvió a la capital para enfrentar una rebelión, luego sobrevino la “Noche Triste”, donde sufrieron duros ataques y numerosas bajas para los españoles, quienes debieron huir de la ciudad. Así los aztecas recuperaban la capital. Cortés decidió atacar con barcos a Tenochtitlán, y construyó algunos al otro lado del lago Texcoco. En 1521 los hispanos sitiaban la capital, y para agosto del mismo año los aztecas capitulaban. Cuauhtemoc, sucesor de Moctezuma II, fue quemado vivo, y el país entero tuvo que someterse a Cortés; ahora era el Capitán General de Nueva España, como se bautizó ese territorio conquistado. Desde allí, Hernán Cortés emprendió expediciones a la zona centroamericana y el sur de Nueva Inglaterra.

CONQUISTA DEL PERÚ: En Panamá había un gran interés por los relatos acerca de un fabuloso reino de grandes riquezas, situado al hacia el sur, por ello el gobernador Pedrarias Dávila decidió enviar una expedición al país de Birú. Se formó entonces una sociedad entre Francisco de Pizarro , Diego de Almagro y Hernando de Luque. Fracasaron en su primer intento en 1524, llegando sólo a la Punta de Tumbes, en Ecuador. Cuando no avistaban aún indígena alguno, que en esos mismos momentos estaban sumidos en el inicio una lucha por el trono entre Atahualpa (hijo ilegítimo de Huayna Capac), y el heredero legítimo Huáscar. Atahualpa se había tomado el trono a la fuerza, apoyado por la realeza de Quito, pues su madre, Paccha, era princesa del pueblo de los quitus. Pizarro y Almagro lo intentaron nuevamente en 1526 y 1528; pero fue finalmente en 1531, con la autorización de conquista del rey Carlos I de España. Al llegar a Tumbes nuevamente, recibe la guerra civil en pleno desarrollo entre Atahualpa y Huáscar. Esta guerra debilitó al poderío inca, por lo que no pudieron resistir a los invasores castellanos.  




 En 1532 se entrevistó Pizarro con Atahualpa en la ciudad de Cajamarca. Huáscar estaba en Cuzco encarcelado por los que apoyaban a su hermanastro. Cuando el emperador Inca arrojó al suelo una Biblia cristiana llevada por Pizarro, se desató el belicismo. La masacre se apoderó de Cajamarca. Atahualpa es apresado, y desde su encierro ordenó matar a su hermanastro Huáscar, para evitar que tomara el poder imperial, y pactar con los españoles. Cuando Pizarro llegó a Cuzco no tuvo resistencia inca, pues tenía apresado a su emperador. Recolectó suficiente oro, y ya no necesitaba a Atahualpa, pues el pueblo estaba sometido al nuevo invasor. Pues ambos dominios eran igualmente despóticos, por lo que no vieron diferencia entre trabajar para el Sapa Inca o para el invasor español. Pizarro ordena matar al apresado líder inca, y sometió a todo el imperio. Posteriormente envía a Diego de Almagro a la conquista del sur del Cuzco, pero decepcionado por la pobreza del territorio chileno, regresó al Perú en 1537, cuando se desataba una guerra civil entre almagristas y pizarristas. En la cual no solo participaban españoles, sino también incásicos que querían ver mermado el poderío español para encontrar una posibilidad de recuperar el imperio. Hecho que jamás lograron. Pues en aquella guerra, triunfó Pizarro en la Batalla de las Salinas, donde tuvo destaca participación el terrateniente de Pizarro, recién llegado el extremeño Pedro de Valdivia.

CONQUISTA DE CHILE: Al retorno de Almagro se halló en una guerra civil entre almagristas y pizarristas, siendo vencido en 1537 por Valdivia en la batalla de las Salinas. Esto le valió mayor prestigio a Pedro de Valdivia, frente a Pizarro, y ganó su confianza para la expedición al territorio abandonado por Almagro por su pobreza. 




Partió Pedro de Valdivia , desde el Cuzco en 1540, por la ruta que su antecesor ocupó para regresar, por medio del desierto atacameño. Llegando al valle del Copiapó, tomó posesión del territorio denominado Nueva Extremadura, en nombre del rey de España y en su cargo de Gobernador y Capitán General. A fines de 1540 fijaba su campamento a orillas del río Mapocho, al pie de un cerro agreste que los aborígenes llamaban Huelén, y que Valdivia bautizó como Santa Lucía. Allí fundó Santiago de Nueva Extremadura el día 12 de febrero de 1541, y estableció el primer cabildo, con Francisco de Aguirre y Juan Ávalos Jufré como alcaldes, quienes designaron Gobernador de Chile a don Pedro de Valdivia. Entonces Valdivia comenzó la expansión. En 1544 ordena a Juan Bohon fundar la ciudad de La Serena y en 1549 a Francisco de Aguirre a fundar San Francisco de la Selva de Copiapó y Santiago del Estero en Tucumán. En 15250 fundó el propio Valdivia la ciudad de Concepción y en 1552 la ciudad de Valdivia y Villarrica. En 1553 fundó: Tucapel, Angol y Arauco. Falleció en 1553 en la Batalla de Tucapel, cerca de la Imperial, a manos de un cacique mapuche, quienes fueron los principales adversarios de los españoles, desencadenándose la Guerra de Arauco.

CONQUISTA DEL RIO DE LA PLATA: Previo a la llegada de los españoles, este territorio estaba habitado por familias tupí-guaraníes. El descubrimiento de esta zona fue accidental. Buscando una ruta marítima de conexión entre el Atlántico y el Pacífico, en 1516 llega Juan Díaz de Solís, y en 1520 Hernando de Magallanes. Pero no hallaron dicha salida, exceptuando Magallanes que la encontrará más al sur. Sin embargo, en 1524 Alejo García descubre Paraguay, en 1528 el aventurero Sebastián Caboto (hijo de Juan Cabot, descubridor de Nueva Inglaterra), remontó el río Paraná-Paraguay, y en 1535 el adelantado Pedro de Mendoza, estableció los primeros asentamientos españoles en estos territorios, con la intención de encontrar desde allí una ruta terrestre al imperio del Perú, ruta que fue a buscar Juan de Ayalas y Domingo Martínez de Irala. En 1537 Juan de Salazar y Espinoza fundó Asunción (Paraguay) y de Mendoza fundaría Buenos Aires (Argentina), iniciando la matanza de indios del Chaco, los guayacurúes, pero se tornó luego al mestizaje hispano-guaraní. En 1542 Álvaro Núñez Cabeza de Vaca intentó desde Asunción llegar a las sierra de la Plata (Potosí, Alto Perú), pero fracasó y le costó el título de Adelantado en 1544. Desde la capitanía chilena se envió a territorio (entonces de Chile) argentino, a Francisco de Aguirre que fundó Santiago del Estero en Tucumán (1553) y en 1561 Pedro de Castillo fundó Mendoza, y en 1573 Santa Fe. A principios del siglo XVII, Hernandarias Dávila, estableció el ganado bovino en el Uruguay.

BRASIL PORTUGUÉS: Portugal, que encontró la ruta a India bordeando África en 1488, no dejó de lado sus descubrimientos en el nuevo continente. El navegante portugués Pedro Álvarez de Cabral , en abril de 1500, llegó casualmente a las costas brasileñas. Fue por esto que el rey Joao II de Portugal (1481-1495), firmó el Tratado de Tordesillas de 1494 ratificado en Zaragoza (1529), donde se estipulaba que el mundo se dividía en Occidente para España y Oriente para Portugal. Esta línea intercaetera, divisoria del mundo descubierto, fue puesta a 370 leguas de Cabo Verde, dejando parte del Brasil en manos de Portugal; manteniendo una política de igualdad entre la colonia y la metrópoli. En el siglo XVI, los primeros colonos portugueses, se habían asentado en la costa, y realizaban prácticas llamadas “Bandeiras” o “Razzias de Esclavos” que, de alguna manera, significaron los primeros intentos de colonizar al interior del país. Los indios amazónicos no pudieron oponer resistencia a los portugueses. No obstante, a inicios del siglo XVII, tan sólo llegaban a diez los establecimientos lusitanos, ocupados permanentemente y todos ubicados en la costa. Las empresas holandesas se ubicaron en la costa de Río de Janeiro y Sao Paulo. La economía de la nueva colonia portuguesa se basaba en la caña de azúcar y el tráfico de esclavos africanos, además pudieron encontrar piedras preciosas en Minas Gerais, Goiás y Mato Grosso; sólo a fines del siglo XVIII se introdujo la ganadería al Brasil Portugués.

Historia  


Los descubrimientos del siglo XV y XVI fueron posibles gracias a los adelantos técnicos y el perfeccionamiento de los instrumentos de navegación como la brújula, el astrolabio, y las cartas de navegación, así como la construcción de embarcaciones más ligeras, las llamadas carabelas.
Cristóbal Colón (1451-1506) era un navegante genovés al servicio de la Corona de Castilla. Sobre su origen se han defendido las tesis más dispares: que era catalán, mallorquín, judío, gallego, castellano, extremeño, corso, francés, inglés, griego y hasta suizo.
Entre 1470 y 1476 recorrió todas las rutas comerciales importantes del Mediterráneo, desde Quíos, en el Egeo, hasta la península Ibérica; al servicio de las más importantes firmas genovesas. También participó en empresas bélicas.
En 1476 se estableció en Portugal, donde concibió el proyecto de llegar a Oriente por una ruta de Occidente. El primero que lanzó la idea de llegar a Asia navegando hacia el oeste a finales del siglo XV parece que fue Paolo dal Pozzo Toscanelli (1397-1482), matemático y astrónomo florentino, en su Correspondencia y Mapa que, en 1474, había hecho llegar al rey de Portugal Alfonso V a través de su amigo, el canónigo lisboeta Fernando Martins. El mapa de trazaba un mapa del Atlántico sin América e indicando una distancia de 5000 km entre las costas de Europa y Asia, error que resultó fecundo una vez examinado por Cristóbal Colón.
Rechazado el proyecto de Colón en Portugal, fue aceptado por los Reyes Católicos, que firmaron con Colón las Capitulaciones de Santa Fe (17.04.1492), documento-contrato que estipulaba las condiciones en que Cristóbal Colón haría el viaje descubridor: 10% del producto de lo descubierto, cargo hereditario de virrey y almirante para Colón. Con este documento en mano, Colón se dirigió a la villa de Palos de la Frontera a preparar la flota descubridora.
«Pese a la futura repercusión del descubrimiento, la mayor parte de los españoles de la época permanecerían ajenos a la expedición y Cristóbal Colón moriría convencido de haber arribado a las cosas asiáticas por la espalda, sin comprender que su afán emprendedor había multiplicado asombrosamente el mundo. No llevarán su nombre las tierras descubiertas, sino el del florentino Américo Vespucio, navegante y maestro de pilotos. Pero ha sido él, Cristóbal Colón, quien ha encontrado ese deslumbrante color que no existía en el Viejo Continente.
El hallazgo de América señalaría un nuevo rumbo a la historia de España. De pronto el suelo ibérico hace de puente entre la vieja Europa y un continente virgen, insólito, con una geografía exuberante y unas civilizaciones inéditas y ricas. La Iglesia no se haría rogar para dar carácter sagrado a la hazaña del descubrimiento. Con el papa Alejandro VI de su lado, Isabel y Fernando recibieron el regalo de las bulas pontificias que daban una cobertura legal a la impredecible expansión colonial de Castilla y erigía a los Reyes Católicos en soberanos de todas las tierras descubiertas y por descubrir. En 1494 el Tratado de Tordesillas eliminaba las desavenencias con Portugal y dividía el globo terrestre entre las dos potencias marinas. El singular documento ratificaba la hegemonía ibérica de los océanos y trazaba una nueva línea de demarcación que separaba los dominios de ultramar de portugueses y castellanos, dejando vía libre a los primeros en Brasil. [...]
Cruzaba el Atlántico la Castilla guerrera, hija de la reconquista, decidida a adueñarse por la fuerza del Nuevo Continente, y unas Indias legendarias tomaban el camino de vuelta para alimentar la avidez y primacía social de los desheredados y segundones de la Península.» [García de Cortázar, Fernando: Historia de España. De Atapuerca al euro. Barcelona: Planeta, 2004, p. 93-94 y 106]

Viajes de colon  


Primer viaje de Colón (1492). Parte con tres embarcaciones, Pinta, Niña y Santa María el 2 de agosto de 1492.  En la madrugada del 11 al 12 de octubre el marinero Rodrigo de Triana lanzó el grito esperado: ¡tierra! Habían llegado a Guanahaní (que ellos bautizaron como San Salvador), hoy Watling en el archipiélago de las Bahamas. Después descubrieron Cuba y La Española (hoy Haití y la República Dominicana) y regresaron con la buena nueva a España.
En el segundo viaje (1493-1496), Colón exploró Cuba y Santo Domingo y descubrió Jamaica, y a finales de 1494 descubrió Sudamérica al arribar a la zona de la actual ciudad venezolana de Cumaná.
En su tercer viaje (1498-1500), Colón descubrió la isla de Trinidad, recorrió la costa de la península de Paria (Venezuela). Siempre llevado por su ensueño asiático, cree que han llegado al entorno del Paraíso Terrenal. “Este constante escape hacia el delirio poético, hacía que el glorioso almirante, magnífico para las grandes audacias, no acertara con los detalles realistas del gobierno de los hombres cuando quiso hacerse cargo de él en la isla Española” (J. M. Pemán).
Llegó a la costa de Darién (Panamá), que exploró. Al llegar a la nueva capital de las Indias, Santo Domingo, se encontró con que los españoles, encabezados por Francisco Roldán, se habían rebelado contra su autoridad por su poca capacidad como gobernante. Colón, mezcla de navegante y mercader, nunca tuvo la intención de gobernar en el sentido político de la palabra. Fue gerente de una factoría comercial monopolística en la Española, cuyos gastos y empleados pagaban los reyes, y que él se esforzó por convertir en rentable.
En 1500, la metrópoli envía al comendador Francisco de Bobadilla como gobernador interino a las Indias (1500-15001). Bobadilla se tuvo que enfrentar a la resistencia de los Colón a dejar el mando, por lo que Bobadilla mandó prender primero a Diego Colón, luego al almirante y por último a Bartolomé y confiscó sus bienes. Presos y cargados de cadenas fueron enviados a España en 1500.
Colón no fue repuesto más en los oficios perdidos, pero los Reyes Católicos le concedieron un cuarto viaje, cuyo objetivo era encontrar un paso que permitiera llegar a la Especiería (islas de las Especias, las actuales Molucas), ya que Colón seguía creyendo que la zona antillana era la antesala de Asia.
En su cuarto viaje (1502-1504), Colón exploró todo el mar Caribe, llegó a las costas de Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Naufraga junto con sus hombres cerca de la isla de Jamaica, donde fueron rescatados por órdenes del virrey de la Española, Nicolás de Ovando, gobernador de las Islas y Tierra Firme (1501-1509), que durante su gobernación demostró una oposición abierta a Cristóbal Colón y a todo lo colombino.
Cristóbal Colón volvió a España, fue a la Corte a reclamar infructuosamente sus derechos. Después de su muerte en 1506, su hijo Diego entabló los Pleitos Colombinos.
Nicolás de Ovando, hombre de confianza de los Reyes Católicos, fue nombrado gobernador de las Islas y Tierra Firme (de las Indias) en 1501, en sustitución de Francisco de Bobadilla. Gobernó de 1501 a 1509. Fue destacada figura del primer periodo de dominio español sobre los territorios americanos. La tarea inicial de Ovando consistiría en resolver el problema de los colonos anteriores que, tras la rebelión contra Colón, se habían repartido a su gusto por toda la isla, viviendo entre los indios, cuidando sus ganados y cultivos y explotando las arenas auríferas. Se habían convertido en verdaderos caciques en proceso de indianización. 

Mas informacion:

http://hispanoteca.eu/Landeskunde-LA/Historia%20del%20descubrimiento%20y%20conquista%20de%20Am%C3%A9rica.htm 

http://raguilarcubillos.galeon.com/aficiones1380033.html

 

 

 

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